Ross:Se hace tarde. Debería volver ya.
Tu:No, espera!
Ross:Que ocurre?
Tu:Quédate conmigo. Por favor, no te vayas.
Ross:Em... Ok. Supongo que Riker podrá cubrirme.
Tu:Gracias.-lo abracé fuertemente ocultando mi rostro entre sus brazos.
Nos fuimos a la cama y Ross me abrazó y comenzó a acariciarme el cabello para que me durmiera.
Tu:Ojalá pudiéramos tan sólo huir. Olvidarnos de todo y sin que importara nada.-noté que iba a decir algo pero lo detuve.-No digas nada. Ya se que es imposible. Tan sólo desearía que no lo fuera.
Me dió un beso en la frente.
Ross:No tengo sueño. Tu estas cansada?-negué con la cabeza-Me harías un favor?
Tu:Eh... Claro. Que quieres?
Ross:Me leerías un rato?
Tu:Que te lea algo?
Ross:Si. El libro que quieras. El que más te guste y el fragmento que sea tu preferido. Nunca te he escuchado leer y me gustaría.
Tu:Esta bien. Pues...-me levanté y busqué un libro-Este no es mi preferido pero lo tengo desde que era pequeña. Tiene varias fábulas y me encanta esta. Mi mamá solía leérmela.
Se cuenta que allá para el año 250 A.C., en la China antigua, un príncipe de la región norte del país estaba por ser coronado emperador, pero de acuerdo con la ley, él debía casarse. Sabiendo esto, él decidió hacer una competencia entre las muchachas de la corte para ver quién sería digna de su propuesta. Al día siguiente, el príncipe anunció que recibiría en una celebración especial a todas las pretendientes y lanzaría un desafío.
Una anciana que servía en el palacio hacía muchos años, escuchó los comentarios sobre los preparativos. Sintió una leve tristeza porque sabía que su joven hija tenía un sentimiento profundo de amor por el príncipe. Al llegar a la casa y contar los hechos a la joven, se asombró al saber que ella quería ir a la celebración. Sin poder creerlo le preguntó:
"¿Hija mía, que vas a hacer allá? Todas las muchachas más bellas y ricas de la corte estarán allí. Sácate esa idea insensata de la cabeza. Sé que debes estar sufriendo, pero no hagas que el sufrimiento se vuelva locura" Y la hija respondió:
"No, querida madre, no estoy sufriendo y tampoco estoy loca. Yo sé que jamás seré escogida, pero es mi oportunidad de estar por lo menos por algunos momentos cerca del príncipe. Esto me hará feliz" Por la noche la joven llegó al palacio. Allí estaban todas las muchachas más bellas, con las más bellas ropas, con las más bellas joyas y con las más determinadas intenciones.
Entonces, finalmente, el príncipe anunció el desafío: "Daré a cada una de ustedes una semilla. Aquella que me traiga la flor más bella dentro de seis meses será escogida por mí, esposa y futura emperatriz de China" La propuesta del príncipe seguía las tradiciones de aquel pueblo, que valoraba mucho la especialidad de cultivar algo, sean: costumbres, amistades, relaciones, etc. El tiempo pasó y la dulce joven, como no tenía mucha habilidad en las artes de la jardinería, cuidaba con mucha paciencia y ternura de su semilla, pues sabía que si la belleza de la flor surgía como su amor, no tendría que preocuparse con el resultado.
Pasaron tres meses y nada brotó. La joven intentó todos los métodos que conocía pero nada había nacido. Día tras día veía más lejos su sueño, pero su amor era más profundo. Por fin, pasaron los seis meses y nada había brotado. Consciente de su esfuerzo y dedicación la muchacha le comunicó a su madre que sin importar las circunstancias ella regresaría al palacio en la fecha y hora acordadas sólo para estar cerca del príncipe por unos momentos.
En la hora señalada estaba allí, con su vaso vacío. Todas las otras pretendientes tenían una flor, cada una más bella que la otra, de las más variadas formas y colores. Ella estaba admirada. Nunca había visto una escena tan bella. Finalmente, llegó el momento esperado y el príncipe observó a cada una de las pretendientes con mucho cuidado y atención. Después de pasar por todas, una a una, anunció su resultado: Aquella bella joven con su vaso vacío sería su futura esposa. Todos los presentes tuvieron las más inesperadas reacciones. Nadie entendía por qué él había escogido justamente a aquella que no había cultivado nada. Entonces, con calma el príncipe explicó:
"Ella fue la única que cultivó la flor que la hizo digna de convertirse en emperatriz: la flor de la honestidad. Todas las semillas que entregué eran estériles".
Al final y sin darme cuenta acabé quedándome dormida. Y por una noche desde hacía días pude conciliar el sueño y descansar realmente.
VIERNES:
En cuanto desperté esa mañana sentí los brazos de Ross rodeandome. Deseé poder quedarme así para siempre y sólo me quedé ahí. No quería que eso terminara.
Me encantaba verlo mientras dormía. Se veía tan dulce. Parecía un ángel. Me acerqué para darle un beso pero de pronto se despertó.
Ross:Tratas de aprovecharte de mi?-sonrió pícaro mientras se frotaba los ojos para desperezarse.
Tu:Yo...-me puse completamente roja.
Ross:Me encanta hacer que te sonrojes. Hecharé eso de menos.-me besó en la frente.
Tu:Ross, necesito que hagas algo por mi-poniéndome más sería.
Ross:Ok. Que ocurre? Sólo pones esa cara cuando vas a pedirme algo que no me gustará.
Tu:Necesito que me prometas que no irás a despedirte.
Ross:Que?! Pero...
Tu:Por favor. Prométemelo.
Ross:Sabes que no puedo hacer eso.
Tu:Pero tienes que hacerlo. En unas horas tienes un concierto y para cuando termine yo ya estaré yéndome. No tendrás tiempo.
Ross:Pero puedo...
Tu:Ross, tu carrera es más importante. Prométeme que no abandonarás tu concierto para ir a despedirte.
Ross:Yo...
Tu:Te ruego que no lo hagas. Prométemelo. Hazlo por mi.
Ross:Esta bien-se rindió.-No cancelaré el concierto por ir a despedirme.
Jake:(tn)__!-me llamó a través de la puerta-Papá dice que te vayas preparando para irte! Quiere que todo este listo cuanto antes. Hay que estar con anticipación en el aeropuerto.
Tu:Estaré lista en seguida!
Esperamos un poco a que se fuera.
Ross:Bueno...supongo que esto es una despedida.
Tu:Voy a echarte mucho de menos-lo abracé con fuerza y él más aún.
Ross:Te amo. Nunca lo olvides.-sentí como mis lágrimas caían descontroladas.
Tu:Y tú no olvides que yo tambien lo hago.
Se separó un poco de mi y tomó mi rostro delicadamente. No podía dejar de mirarlo a los ojos. Sentía como me perdía en ellos. Poco a poco nos fuimos acercando y me besó. Estuvimos así unos minutos y después se fue. Realmente no podía creer que ya no lo vería. Al menos no en mucho tiempo.
Narra Ross:
Ya en mi cuarto me cambié de ropa y bajé. Mi mamá estaba sentada en el salón aparentemente esperándome.
Stormie:Que haces aquí? Creí que estarías en casa de Ratliff.
Ross:Eh... Bueno, si. Pero volví muy temprano y decidí subir y dormir un rato más. Y...
Riker:Ross, no te molestes. Ya lo sabe.-entrando desde la cocina.
Ross:Que?! Creí que...
Riker:Lo siento. Lo intenté pero Rat no sabe mentir.
Ross:Eh... Mamá, yo... Puedo explicarlo.
Stormie:No es necesario. Riker ya me lo ha contado todo. Se que querías pasar tiempo con (tn)__ antes de que se fuera. Por esta vez haré una excepción pero no vuelvas a escaparte sin decir a donde. Y menos si es pasando la noche fuera. Que crees que habría pasado si alguien entra a su cuarto y te ve allí?
Ross:Yo... Lo siento.
Stormie:Tranquilo. Pero que no se repita.
Asentí y después ella se fue.
Ross:Gracias.-dije irónico a Riker.
Riker:Lo siento, Ross. De veras lo intenté. Le dije a Ratliff que si mamá llamaba le dijera que te ibas a quedar allí pero todo se complicó.
Flashback:
Stormie:Hola? Ratliff esta Ross ahí?
Ratliff:Eh... Hola. Si, señora Lynch. Le he dicho que si quería se quedase a dormir.
Stormie:Entiendo. Podrías pasármelo?
Ratliff:Eh... Es que... A ido a comprar unas pizzas.
Stormie:Ok. Cuando volverá? Llamaré después entonces.
Ratliff:No! Digo, no hace falta. Le diré que la llame en cuanto vuelva de LAStars.
Stormie:Ratliff me estas tomando el pelo? Primero me dices que esta ahí, después que fue por pizza y ahora que sigue en LAStars? Qué ocurre?
Ratliff:Eh... Yo... Crr... Cr...-arrugando un papel-Me parece que... Crr...se esta... Crrr... Cortando.
Ross:Pfff... Bueno, al menos no pasó nada.
Riker:Si. Aunque ya que hablamos de eso... Te dije que pasaras el día con ella no que durmieras ahí.-sornió alzando una ceja.
Ross:Eh... Yo...-me puse completamente rojo.-No pasó nada, Ok?!
Narras tu:
Un rato después de que Ross se fuera ya me había duchado y me había puesto esto:Ya tenía las maletas hechas y todo listo. Vi fue a despedirse de mi. La he haría tanto de menos.
Vi:Otra vez estamos igual-limpiándose algunas lágrimas.
Tu:Lástima que esta vez no te mudarás también tu.-la abracé.
Vi:Te escribiré. Lo prometo. Y en cuanto pueda iré a verte a Nueva York. Ah, por cierto. Tengo algo para ti. Me encontré con Ana y Taylor y me dieron esto. Querían que lo tuvieras.-era un CD.
Por suerte estábamos en mi cuarto y mi papá no podía darse cuanta. Tienda escrito con rotulador rojo: "A mi lado."
Vi:Dijeron que lo entenderías.
Sonreí tristemente. A ellas tambien las extrañaría mucho. Eran mis mejores amigas junto con Vi, Delly y Melany.
Narra Ross:
Eran las 15:45 y el concierto estaba a punto de empezar. Habría dado cualquier cosa por que (tn)__ estuviera allí conmigo.
Riker:Oye, Ross. A qué hora se va (tn)__?
Ross:Su avión sale a las 17:30.
Riker:Y no piensas ir a despedirte.
Ross:No.
Riker:Pero...
Ross:Me lo pidió. Vamos. Tenemos que salir ya.
Narras tu:
Ya eran las 16:30 y después de acompañarnos un rato en el aeropuerto Jake tubo que irse.
Jake:Te extrañaré hermanita. Prometo llamarte esta noche, Ok? Y si necesitas hablar tienes mi número. Sea la hora que sea. Esta bien?-asentí.
Tu:Te hecharé de menos Jake.-lo abracé.
Jake:Adiós. Te quiero. Adiós papá.
Cuando quise darme cuanta se había marchado.
Tp:Ya veras como esto es lo mejor.
Tu:Si, claro.-molesta e irónica.
Narra Ross:
Riker:Ross, tienes que irte-en un descanso del concierto- No puedes...
Ross:Riker, crees que esto es fácil para mi? Le prometí que no iría, Ok?
Riker:Pero no puedes sólo quedarte aquí y dejar que se valla. De verdad le prometiste que no irías?
Ross:Bueno... Si. Le prometí que no haría que canceláramos el concierto sólo para ir a despedirme.
Riker:Pero entonces es perfecto. No cancelaremos el concierto. Seguieremos sin ti, como podamos. Cantaré yo. Pero debes ir.
Ross:Yo... Esta bien. Iré. Gracias.
Riker:Bien, pero anda. Corre. Sólo tienes media hora.
Narras tu:
Estaba sentada esperando el avión. Faltaba media hora para que saliera.
Tp:Es que no piensas hablarme en todo el día?
Tu:Creí que eras tu el que estaba molesto.
Tp:Y como no iba a estarlo? Me mentiste.
Tu:Por favor, papá. Lo hubiera hecho o no nunca soy lo suficientemente buena para ti. Se que dijiste que sentías haberme tratado así, haberme alejado de ti por que te recordaba mucho a mamá pero... Con esto estas actuando igual que siempre.
Tp:Por que razón? Eres tu quien me ha decepcionado. No trates de echarme la culpa ahora. Tu fuiste la que me desobedecido.
Tu:Se que no debí mentirte. Pero sinceramente no me arrepiento de nada. Al contrario. Es lo mejor que he hecho en mi vida. Y si me conocieras realmente sabrías que no importa a donde me lleves. Siempre voy a amar la música. Pase lo que pase. Es parte de mi. De lo que soy. Y no puedes arrebatarme lo que soy.
Tp:Lo hago para protegerte. Algún día lo entenderás.
Tu:No papá. No soy yo quien no lo entiende. Eres tu.-me levanté del asiento.
Tp:A donde vas?
Tu:Sólo voy por algo de tomar a ese puesto. O es que tampoco puedo caminar diez pasos a un lugar desde el que puedes verme claramente?
Tp:Anda. Ve.
Me acerqué al puesto pero cuando estaba a punto de pedir mi malteada una mujer que llevaba un bebé en brazos se me acercó.
Mujer:Disculpa, te importaría cuidar a mi niñá un momento. Necesito ir al baño y con ella no puedo.
Tu:Eh... Claro, supongo.
M:Gracias. Volveré en seguida. No te preocupes, esta dormida.-me la pasó y se fue.
Eso había sido realmente extraño.
Me había sentado mientras esperaba a que la mujer volviera cuando de pronto la bebé se despertó y comenzó a llorar.
Tu:Hey, no. No llores pequeña. Tu mamá volverá enseguida, lo prometo.-la mecí un poco pero nada. Seguía llorando.
Tu:Tranquila... *Ay, por que me metería yo en esto. Que hago?* Ah, ya se.-Comencé a cantar la canción que me cantaba mi mamá cuando era niña.
Por que te empeñas en que
tu sueño llegue a su fin?
Si hasta en el desierto puede ser
que florezca un gran jardín.
Poco a poco se fue calmando.
El arco iris salió
del cielo nunca se irá
Nuestro mundo rebosante
De esperanza ahora esta.
Me cogió el dedo sonriendo con sus diminutas manitas. Era adorable.
Deja todo atrás
Fue una pesadilla
Que te mantenía...
Me detuve ya que vi a la mujer que ya volvía.
M:Oh, muchas gracias.-cogió a su bebé-Vaya! Se ha despertado. Como has hecho para que no llore? Siempre cuesta mucho. Eres increíble. Bueno, ya te dejo tranquila. Siento haberte molestado. Muchas gracia, en serio.
Tu:No es nada. Me alegra haberla podido ayudar.
Narra Ross:
Tardé bastante pero acabé encontrando un taxi. Con suerte llegaría en unos diez minutos ya que el aeropuerto no estaba lejos. Y aún me sobrarían otros diez para despedirme.
Pero claro, justo es ese preciso momento la suerte no estaba de mi lado. Por qué siempre ocurrían esas cosas!? Justo en el momento en que más lo necesitas las cosas nunca salen como planeas! Habían pasado pocos minutos desde que había arrancado. Calculaba que, si corríamos, estaríamos allí en un par de minutos. Pero, de pronto, el auto se detuvo haciendo un tremendo ruido.
Ross:Que ha sido eso? Por qué se detiene?-algo alterado.
Conductor:Lo siento amigo, creo que hemos tenido una avería.
Ross:Como que una avería?!
Cond:Si, lo siento pero tendre que arreglarla y luego podremos seguir.
Ross:Y cuanto tardara en repararla? No tengo mucho tiempo. Tengo que llegar ya mismo al aeropuerto.
Cond:Pues... No lo se. Tendría que mirar primero que es lo que le ocurre al auto pero eso no ha sonado nada bien así que no puedo asegurarte nada.
Ross:Sabe que? Si me doy prisa llegaré en cinco minutos. Tome.-le tendí el dinero y salí corriendo.
Corrí y corrí y al fin llegué al aeropuerto. Estaba sudando horriblemente y tenía la respiración ajitada después de correr tanto pero eso no me importaba en ese preciso momento. Tenía que despedirme antes de que se fuera. Necesitaba verla al menos una vez más antes de eso.
Aún quedaban siete minutos para las 17:30. Pero en cuanto crucé la puerta de entrada me quedé horrorizado. Ese sitio era enorme. Tardaría siglos en encontrarla.
Corrí de acá para allá hasta que descubrí por donde salían los vuelos y después tuve que seguir buscando y buscando hasta que alguien me dijo donde eran los vuelos que se dirigían a Nueva York. Para colmo el hombre que me ido la información se confundió y fui hasta los vuelos que LLEGABAN de Nueva York. Así que estuve dando palos de ciego hasta que por fin encontré el lugar correcto y a continuación la puerta de salida.
Pero ya era tarde. Justo en el momento en que llegué pude ver como el avión se iba a lo lejos.
Me apollé contra el cristal y me dejé caer. No podía siquiera creerlo. Era demásiado tarde. Ya se había marchado. Y quien sabe cuando volvería a verla. Todo había terminado. Así. Sin más. Y no había nada que yo pudiera hacer al respecto.
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